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En Galende Buzón Abogados somos especialistas en derecho de familia y mediación, por eso sabemos que la ruptura de una pareja siempre es una circunstancia difícil. Es importante estar bien asesorado por profesionales que sepan acompañar a las partes.

Las circunstancias de cada familia son diferentes, por lo que lo mejor será buscar consultas personalizadas que permitan reunir toda la información con detalle para conocer mejor cuáles son tus derechos y los de la otra parte implicada. Las dos cuestiones más importantes a decidir a la hora de romper una pareja serán la liquidación del patrimonio en común y también, si las hay, las relaciones con los hijos.

Lo ideal es tomar decisiones de mutuo acuerdo

Y es que la situación será muy diferente si existen o no hijos dentro de la pareja. En el caso de no tener hijos, es posible redactar un acuerdo sobre el reparto de los bienes y las deudas, si las hay, e incluso sobre quién se queda con las mascotas de la familia.

Pero en el caso de tener hijos menores de edad habrá que acudir a un juzgado para tramitar un procedimiento de medidas paterno filiales. Este puede ser de mutuo acuerdo o contencioso si una de las partes demanda a la otra.

En el caso de que durante la convivencia se haya producido una situación de desigualdad patrimonial entre las dos partes, de modo que una se haya enriquecido más que la otra, se podrá acordar o exigir, según el caso, una compensación de tipo económico. Son varios los aspectos que se tienen en cuenta a la hora de decidir este tipo de compensación, como si ha habido un incremento del patrimonio o un empobrecimiento de uno de los convivientes.

Una de las cuestiones que también se tiene que decidir es quién se queda con la vivienda familiar. Si la propiedad es de ambos, por lo general se suele conceder su uso a quien se quede con la custodia de los niños o, en todo caso, al conviviente cuya situación económica sea más desfavorable. El empleo de la vivienda suele ser de carácter ser temporal durante el tiempo que los hijos sean menores de edad, con la intención de que posteriormente se venda para liquidar los bienes. Si la vivienda familiar es propiedad de uno de los miembros de la pareja, también puede ser que se conceda el derecho de uso al otro si es el que tiene la custodia de los niños.

Las decisiones han de ser más meditadas si hay hijos en común

En cuanto a la liquidación del patrimonio en común, en el caso de que antes de formar la pareja se haya formalizado un acuerdo, será preciso cumplirlo. Pero si no se ha llegado a formalizarlo, hay dos opciones:

Formalizar una escritura pública ante notario de mutuo acuerdo en la que se especifique la extinción del condominio de los bienes inmuebles adquiridos en común.
Y en el caso de que no se llegue a un acuerdo, habrá que iniciar un procedimiento judicial de división de bienes en común. En cualquier caso, es interesante contar con el asesoramiento de abogados especialistas en derecho de familia.

Las decisiones siempre tienen que ser mucho más meditadas y consensuadas en el caso de tener hijos. La custodia exclusiva supondrá que uno de los progenitores será el que conviva con los hijos, mientras que el otro tendrá derecho a un régimen de visitas. Si se llega a un acuerdo de custodia compartida, los dos progenitores repartirán el tiempo de convivencia con los niños a partes iguales o del modo que acuerden.

Es importante tener en cuenta que cada caso se valora de manera personalizada, y que los niños mayores de 12 años tienen derecho a ser escuchados por el juez. Además, las decisiones judiciales siempre se toman teniendo en cuenta el interés de los hijos.

Como tu gabinete con abogados especialistas en derecho de familia y mediación, en Galende Buzón Abogados te ayudaremos a gestionar esta situación de la mejor manera posible.

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